En diversos contenidos de marketing, se habla frecuentemente sobre la Voz de Marca. Sin embargo, este concepto puede resultar confuso, ya sea por definiciones demasiado simplistas o por exceso de información. No te preocupes, aquí te lo explicamos de manera clara y sencilla.
Primero, debes tener algo claro: Tú conoces tu marca mejor que nadie. Es posible que ya tengas clientes que amen lo que ofreces por distintos motivos, pero tú eres quien realmente la conoce.
La voz de tu marca es la personalidad que debes utilizar en todas tus comunicaciones dirigidas al público. Pero, ¿cómo se determina?
El tono de voz se puede definir mediante textos, imágenes y gráficos en distintos formatos que hagan memorable tu producto. Un ejemplo es el tono humorístico de Old Spice, que puede parecer absurdo para algunos, pero ha demostrado ser memorable a lo largo del tiempo.
Esta voz identifica a tu marca y la diferencia de la competencia, y también comunica los valores hacia tu audiencia.
Los 4 pasos para lograrlo son:
- Identifica los valores de tu marca: Define qué quieres que refleje tu compañía y qué la hace única. Haz una lista de 10 valores que son el núcleo de tu producto o servicio. Después, explícalos y comprende por qué los elegiste. Esto es crucial para que tanto tus clientes como tus empleados entiendan qué esperar de ti. En este paso, la honestidad es clave.
- Observa cómo se comunica tu audiencia: Esto te ayudará a conectar con ellos, entender su lenguaje, y saber qué palabras, tonos, chistes o frases resuenan con ellos. Compara esto con tu competencia: ¿Utilizan este lenguaje? ¿Cómo lo hacen? Así podrás construir una personalidad única, ya que nadie quiere que su marca parezca una copia de otra. Sé consciente en este paso, creando una arquitectura de mensaje que defina tu meta de comunicación. Haz una lista de términos, frases y declaraciones, y realiza simulaciones de conversaciones.
- Encuentra la manera ideal de comunicarte: Ahora que has determinado el porqué y el cómo, define tu tono de voz utilizando adjetivos que lo describan. Puedes usar las cuatro dimensiones de Nielsen para mapear esto: Divertido vs. Serio, Formal vs. Casual, Respetuoso vs. Irreverente, Entusiasta vs. Práctico. Decide en qué espectro se encuentra tu voz y analiza tu arquitectura de mensaje para trabajar en ella.
- Crea e implementa una guía de tono de voz: Con base en los puntos anteriores, crea una guía con tus sí y tus no, el vocabulario que usarás, tus reglas gramaticales y el vocabulario a evitar. Comienza a ponerlo en práctica. Recuerda que esta voz irá evolucionando, pero ahora ya tienes una base sólida para desarrollar tu propia voz de marca.
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